8.5.14

Este jueves, relato. Romance Ambientado.


En el Bar del Hotel donde se hospeda, la barra, es ancha y alargada. Caben en ella todas las fantasías que preceden a cada una de las copas de whisky con las que esconde su mezquina realidad.
Una bella mujer le mira insistentemente, y él le devuelve la mirada con una sonrisa curiosa. No puede evitar percibir cierto reclamo en aquellos ojos que se desenfocan a su vista en la penumbra del local. Ambos llevan algunos minutos en el Bar tratando de olvidar su último desenlace, el del adiós. 
Cuando lo ve acercarse, apaga su teléfono, no es bueno mantener expectativas sobre algo que ya no existe. Una buena copa puede apagar el dolor, y especialmente el amor que braseado aún en su corazón, quema en la boca del estómago.

Todos los perdedores le provocan ternura, y ese hombre que se aproxima tímidamente se la inspira a manos llenas. Le recuerda a alguien, pero el día no está para revisar archivos viejos, prefiere soñar que le ha llamado la atención su caminar  y recupera el olfato felino con el que le gusta provocar al sexo opuesto.
Los extraños no son su objetivo, pero no es extraño quien le despierta deseos, dejándola indefensa y desnuda. Algo la arrolla, la atropella. Su sexo se enciende. Esas manos que adivina en la distancia la invitan a soñar con caricias robadas en la oscuridad.

Su habitación, elegante y moderna, de tonos firmes y opacos ocultan la realidad y los sonidos del exterior. Le espera nueve pisos más arriba, una habitación que soñó compartir por amor y que ahora solo ve como el escenario perfecto para una batalla cuerpo a cuerpo con la locura. Náufragos de una noche, pasajeros de ascensor, aspiran el olor del otro, como la última cuota de oxígeno que resta para vivir.
Sus bocas se encuentran. Brindan sus labios, mientras comienzan a devorarse con deleite y ansiedad.

El ascensor se detiene en el piso 9 en el momento en el que uno penetra en la intimidad del otro, sin que la noche desvele ninguna incógnita que a nadie le importe ya.

14 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Que historia tan sugestiva.
Y bien escrita.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

una historia sugerente y llena de matices que ubican al lector en tiempo y lugar con abundancia de detalles. Les agradezco chicos, por sumarse!
=)

Juan L. Trujillo dijo...

Cuando- el deseo se desata, se desvelan las incógnitas y se solucionan todos los problemas.
Buen relato.
Un abrazo.

Sindel Avefénix dijo...

Erotismo y sensualidad en un ambiente que invita a leer, y disfrutar del texto.
Me encantó la historia y el final es para el aplauso.
Un beso.

yessykan dijo...

Que profundidad, es una escena muy sensual y a la vez emotiva. Un aporte juevero muy genial.
Saludos

censurasigloXXI dijo...

El deseo nubla los sentidos más que una borrachera, y depende de con quien lo sacie uede despertar con una espantosa resaca...

Un afectuoso saludo, sres periodistas.

Tracy dijo...


Un relato sugerente y salpicado de situaciones con un erotismo muy bien dosificado.

Anónimo dijo...

Los deseos a veces surgen de la necesidad, como sustitutos adecuados de momentos ya rotos. Esos deseos son incontenibles y ansiosos de ser saciados. Mientras duran, son un lenitivo, aunque después la realidad del desengaño vuelve a enseñorearse de todo.
Magnífica ambientación de ese encuentro fortuito, fruto de la necesidad.
Un abrazo.

Montserrat Sala dijo...

El erotismo elevado a la máxima potencia. Un redactado perfecto, que meustra a las claras el gran escritor que se esconde detras de estas frases subidas de tono. Mi enhorabuena.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Un encuentro fortuïto muy bien ambientado, donde la necesidad se funde con el amor, y aplaca todos los dolor es pasados.
Un abrazo

Tyrma dijo...

A veces los mejores momentos nacen de la csualidad...en estas cosas no sirve programaciones.
Muy buenos vuestro relato.

Mamaceci dijo...

No son para desmerecer los vinculos fugaces, hay algo de revancha en ellos, ¿y que?
Hermoso texto reporteros!, me ha gustado mucho
Abrazo

Auxi Gonzalce dijo...

Fantástica historia que nos invita a subir al piso noveno. Dos almas perdidas que nos ilustra como nuestros corazones, aún rotos, están hechos para latir en compañía.

Anónimo dijo...

que tonterias escribes
y ademas cuasi copiadas de otros textos
no te da vergun"?
y los otros tonticos de "palmeros"
todos andais de palmeros
rotando de blog en blog..jjejeje


Este, es un trabajo realizado por dos reporteros de ficción, que con la mayor de las indisciplinas, pretenderán entreteneros con sus informaciones sobre la actividad en nuestro virtual espacio Blogosférico.

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