17.10.12

Este jueves, relato. Primeras lecturas.



Metrópolis, 18 de Octubre de 2012

Editorial.

Todos los libros son correctos, algunos incluso atractivos, Se parecen entre sí, sin ser el mismo. Y como en los guiones de Cine, todos cuentan historias, unas originales y otras adaptadas.
En su contenido todos son una excusa para ensayar, divagar, indagar, confesar, perpetuar, etc.
A veces son tan correctos que aburren y en su corrección se dispersan entre las ondas de frecuencias desconocidas. Otras, plenamente vitales e imprescindibles señalan nuevas rutas para el conocimiento y  la distracción.
A través de los libros se instala en nosotros la ponderación y el estilo. La educación y la cultura. Lo de ayer y lo de hoy. Pero todos ellos justifican su existencia, porque en algún momento de su gestación fueron ratas de laboratorio desde donde se exploraron nuevas rutas, se especuló y fantaseó, con la convicción de que ese filón es inagotable.

Un libro es un ser vivo que siempre nos regala un mensaje que a veces, entendemos en una primera lectura y en posteriores, nos puede sorprender con una visión más pormenorizada de la historia.
Aunque el atropello de la “vida moderna” nos quite cada día más tiempo para una buena lectura, es lícito insistir en tomarnos el tiempo del contacto con el papel, el cartón, o actualmente el plasma, seguro que encontraremos un espacio de fantasía, reflexión, comunicación, enriquecimiento y tantos etcéteras como número de páginas pueda tener.

Tomarnos el tiempo de contactar con el libro, en forma pausada y metódica, a ritmo lento, para que los sentidos se aceleren, es lo que se propone a través de los dos link puestos al pie.

No hace falta desearle “Larga vida al libro” la tiene por existencia.


Relato.

La explosión fue desbastadora.  
El silencio posterior,  absoluto. Diríase que ese fue el fin del mundo.
Sin novedad en el frente, sin heridos que se reportaran, sin sirenas ni altavoces.
El fin del mundo propiamente dicho. Entre escombros, polvo tóxico y la penumbra que se arroja sobre el suelo en forma de colador, unas toses desparejas y avejentadas comienzan a clamar debajo de las vigas que sostenían la estructura, ahora, hecha amasijo de hierro y escombro.

Aparecen por todas partes los habitantes dormidos de la biblioteca, que ante el estruendo despertaron de su letargo, sabiendo que ya nadie se ocupará de ellos:
La señora del Perrito,  Ulises el Viejo y el Griego, Lara, Romeo, Marianela, los actores buscando a Pirandello, Otelo y Desdémona, Dulcinea, Alicia, El señor Hojalata, Beatriz, Mata Hari, Jane Eyre, Rebeca, los Karamazov, Popea Augusta, Electra, Narciso, Madame de Bovary, Amalia, Doña Bárbara, Las de Barranco, Juan Moreira, Martín Fierro, eL Coronel que no recibe cartas, Mauricio Babilonia, Eneas,  Jasón, Aquiles, Paris, Mario, Colometa, Ariadna, Medea, Robert Jordan…

Poco a poco se van se van presentando, reina el caos, pero los griegos saben de esto, y ponen orden en lo que supo ser la Biblioteca.
Nada queda de los siglos transcurridos, solo ellos testigos mudos de lo humano, su desasosiego interior y sus ambiciones postreras. 
La inteligencia y el sentimiento del hombre, habló por boca de todos, pero tan desatinados como necios, no supieron oír y menos reaccionar.

-Será cuestión de organizarnos, inventariar experiencia y conocimiento, y proceder en su caso, conforme vayamos viendo de qué forma reiniciar la historia.

Así habló el sabio y sin más se puso a trabajar. 

La revolución de los lentos



Akantilado

 
     


12 comentarios:

Rochies dijo...

No puedo evitar decir que pretendo que Eneas se tome unos coffees conmigo y venga a contarme su periplo sin el entrevero de La Eneida ;)Me ha gustado muuuuucho tu entrada, y ni que hablar de una de las imágenes!

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Ellos sobrevivirán, aún después que nuestra especie se haya extinguido. Quizás los extraterrestres que en un futuro lleguen buscando información sobre nuestros pasos ya acabados sobre la Tierra, logren armar el rompecabezas de nuestra historia y nuestra existencia a través de ellos. Leyéndolos, sabrán por qué nos acabamos.
=(

Un abrazo a ambos!

Natàlia Tàrraco dijo...

Casa meva es casa vostra, passeu passeu oh benvinguts...
Están todos convocados, !vivos! para revivir y revivirnos incluso de la hecatombe ¿sería posible que ellos y ellas nos escribieran resucitándonos? Lo creo porque en los libros estamos todos.

Buena Editorial, Daily.
Besitos por dos.

Mar dijo...

Los libros, notarios de todo cuanto acontece en la realidad y la ficción. Nosotros nos iremos, pero ello seguirán ahí, custodiando todo su vasto haber para generaciones venideras.

Saludos!

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Ojalá no lleguemos a eso, que los libros sigan en manos de los hombres y que sigamos disfrutando de su lectura por los siglos de los siglos.
Un abrazo

Cecy dijo...

Ellos sobreviven, aunque la humedad, la lluvia y vayas que polvillos los pueda tomar. Nos sobreviven, y son herencia y certeza de nuestra existencia de la mas sublimes hasta las mas perversas.

Un abrazo juevero.

José Vte. dijo...

Los libros, la literatura, nunca podrá terminar mientras haya algún ser humano con deseos de contar algo y otro de leerlo. Otra cosa será que el milenario papel vaya dejando paso, o no, al más moderno y futurista formato electrónico o que terminen uniéndose de alguna manera.
Sea como sea, lo importante es su lectura.

Un abrazo reporteros

Fabián Madrid dijo...

Me han gustado los personajes, que parecen salir de la nada después de un silencio. Cuando el libro duerme y cuando el libro se abre. Felicidades

Anónimo dijo...

Muy fuerte tiene que ser la hecatombe, muy devastadora para que la herencia cultural tan inmensa que tantísimos genios de la literatura nos han legado desaparezca y se extinga. Pienso que en algún momento, en un futuro más o menos inmediato, variaremos el rumbo hacia una humanidad mejor y más justa.
Abogo tambien por el gozo indudable de una lectura lenta y pausada, esa que propugnan los dos vínculos al pie de vuestra entrada de hoy.
Un abrazo.

Sindel Avefénix dijo...

Mientras quede alguien que haya leído, o haya escrito, el mundo tiene esperanza de renacer.
Ojalá no lleguemos a ese momento y de tanto leer aprendamos a cuidar más lo nuestro.
Un abrazo.

censurasigloXXI dijo...

Todo esto me recuerda a una biblioteca desorganizada por el tiempo, con un par de desatinados hombres a su cargo, se trata de una colección privada riquísima de libros acumulados desde el siglo XVIII, preciosidades de investigaciones de historia solamente, hallazgos arqueológicos, viajes, noticias de "indígenas". dibujos a plumilla describiendo lugares, plantas, animales y hombres raros...

¡Qué belleza, amigos!

Un beso, si pasa lo que profetizáis, espero que sea cuando ya me haya ido... porfi.

Besos a los dos.

Juan Carlos Celorio dijo...

Es una de mis actividades favoritas: ¡REORDENAR UNA BIBLIOTECA! Un lujo, recolocar libros, aspirar ácaros malignos, pero ¡de algo hay que morir!
Abrazos.


Este, es un trabajo realizado por dos reporteros de ficción, que con la mayor de las indisciplinas, pretenderán entreteneros con sus informaciones sobre la actividad en nuestro virtual espacio Blogosférico.

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