25.1.12
Este jueves, relato. "Brujas"
Metrópolis, 26 de Enero de 2011
Editorial.
“Me enamoré de una bruja” no sólo es el título de una excelente película del director Richard Quine, es sobre todo, un sutil caramelo de sabores variados, curiosamente presentado en blanco y negro.
Si hay que ponerle rostro a la hechicera más seductora de la historia del cine, esta es sin duda Kim Novak. Su poder es ilimitado y coquetea con los hombres, sabiendo que posee la condición que más le protege de ellos: ¡no puede enamorarse!
Gillian, el personaje de Kim, (la bruja) no trajina con la escoba, ni elabora complicadas pócimas en vasijas de cobre, ella tiene a su gato con el que funde y comparte la mirada, dirigiéndola fijamente hacia su presa, que obviamente es varón y apuesto, por supuesto.
Él, no tarda en descubrir con incomprensible sorpresa, que esa mujer que le hechiza es fría como el hielo. Aunque desde su sencillez como el tipo corriente que es, intuye una disposición que le genera expectativas ilusionantes y se embarca en la aventura de enamorarla.
Los cuentos y las leyendas sobre las brujas han dado mucho de sí especialmente como guiones de un sinfín de historias llevadas al cine.
Personajes que hechizan, vaticinan, maldicen o regalan alegría con las buenaventuras. Personajes raros o comunes, bellos o feos, con granos en la nariz y mirada penetrante. Personajes de tacto seductor e hipnótico. Todo un catálogo de gestos, vestimentas, accesorios y animales que sirven a cuerpos de hoy en almas de mediados del siglo XVII.
Relato.
¿Magos o Brujos...?
Hice lo que el libro decía: recorté los dos corazones que dibujé en un papel. Los corazones debían ser de color rojo rubí (no rojo naranja, ni obispo, ni carmín, ni...) ¡ROJO RUBI! sobre fondo blanco tiza (no blanco roto, ni crema, ni marfil...)
Después debía doblarlos en cinco partes y quemarlos con fuego de una vela azul marino (no azul cielo, ni azul celeste, ni...)
El fuego lo debía apagar con tres soplidos de aire de mi pulmón derecho... (ahí se me complicó) y pronunciar las palabras mágicas: ¡SAN SALADIN, A DOS POR TRIN!
Todo eso para que Javier, el doble del actor principal se fijara en mi. Yo entonces, era la asistente de la asistenta de dirección y ese hombre... no me lo quitaba en todo el día de la cabeza. No había forma de que se fijara en mi, por eso recurrí con la recomendación de la peluquera de la actriz secundaria a una señora dotada de cualidades mágicas: ¡Una bruja!
Era inevitable, Javier... sucumbiría al hechizo; en una semana, estaría a mis pies, rogándome que lo amara para toda la eternidad. Los días pasaron, y de Javier, ninguna noticia. Yo desesperada, me pasaba espiando la puerta de mi caravana todo el día.
Le insistía, me insinuaba con la mirada, y le acosaba con la intención. Repetí el hechizo varias veces, las insinuaciones y los acosos, pero Javier incomprensiblemente me evitaba una y otra vez.
La filmación de la película llegaba a su fin y yo, ya creía poco en brujerías y mucho menos en mis encantos.
La última noche decidimos ir al pueblo a festejar el final de la filmación al "Gran café MERLIN", un sitio de mala muerte con nombre pretencioso, lo mejorcito del lugar. Los tragos eran soportables, ya era difícil encontrar algo soportable en tan canalla local.
Según los parroquianos, más soportable era el show de magia que se ofrecía a continuación.
Para mi sorpresa, tras del disfraz del Mago Merlín, se escondía mi amado y perseguido Javier.
A punto de finalizar su actuación, sonó el redoble de un tambor con inquietante suspense... -y ahora, señoras y señores, (anunció una voz en off) el gran número del mago JAVIDOF: la desaparición de la Dama Anónima en el Arcón de Cristal Mágico- Javier, pidió una voluntaria entre el público y yo perdí las bragas por complacerle.
Más redobles... más suspense... Fue entonces cuando yo, la anónima dama quedó sumergida en el interior del arcón, desapareciendo ante los ojos de la concurrencia.
Hoy vago por el espacio infinito, pensando que significaría aquel guiño cómplice que tan tiernamente me dedicó cuando solicito mi colaboración.
Estoy empezando a pensar que los magos no son tan buenos como yo creía, y cuando los acosas se convierten en unos brujos de temer.
Algunas brujerías que han nacido y crecido con nosotros:
Más cuentos de susto en: Inma Brujis
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12 comentarios:
No solo las brujas enbrujan y si se ponen pesaditas o pesaditos pues a la vista está lo que puede ocurrir jejeje.
Os falto embrujada, la que movia la nariz, !como me gustaba esa serie!
Besos a los dos por si acaso.....
Pues es una de mis películas favoritas desde siempre.
Yo recuerdo poner no sé que planta debajo de la almohada para que un tal, ni me acuerdo del nombre, se fijase en mí cuando volviese a pasar el verano por mi ciudad. No sé quién ni quién me lo dijo ni cómo ni dónde ni nada, pero el hecho no se me olvidó nunca.
Por cierto, el susodicho ni me miró (yo tendría unos 15 años); se lió con la rubia de melena larga, se casó con ella y... Chachán!!!! Igual hizo mi magia efecto años más tarde, porque la guapa de entonces es un barril ahora, con una papada como para hacer cocido y unas ancas que ya las quisieran las ranas!!! ¡¡¡¡Toma ya, melena rubia!!!!
Beso, señores reporteros.
Excelente giro para este relato que sorprende en su final reivindicando a los hombres también como potenciales brujos! -por qué siempre tenemos que ser las maléficas las mujeres!!!-jejejeje
Muy bueno!...disfruté leyéndolo!
Felicitaciones a ambos y me voy teniendo presente que de lo existente en filmografía brujeril...tengo varios pendientes!
Un abrazo
Me privan las pelis de brujas.
Os recomiendo si no la habéis visto, practicamente magia y jóvenes y bruja.
De todos modos, no siempre somos las brujas las malas, que hay por ahí algún brujo que....
Un beso enorme
Kim y el gato, una combinación letal para cualquier mortal.
Me acordé de Doroty y en el camino de losas amarillas, la bruja mala y los zapatitos que chocan.
Me acordé de la caravana, otra vez Kim en "Bésame estúpido"...irresistible su embrujo como para caer en un "vértigo"
Javier el mago malo, pero que no desespere la chica, está flotando en los sueños de Javier, volverá ella del éter, lo dice mi conjuro.
El Supermán se va a quedar bizco de mirar peceras, no es mi tipo, algo sobradillo él, !a mí la criptonita!muevo la nariz a lo "embrujada"
Excelente reportaje, como siempre lleno de mil mágias potagias sugerentes.
Justo le preguntaba a nuestra amiga Atalanta si no había habido brujos y vosotros, doctos y documentados como siempre, me habeis dado la respuesta a mi pregunta. Sí que existen los brujos aunque eso sí, algo malvado resulta el tal Javier.
Un abrazo.
muy buen relato y que gran final la verdad me has hecho reir...
A veces una está ciega cuando se enamora y hace cosas que si lo pensara no lo haría; pero eso es el amor.
Un abrazo
A mi madre le encantaba las películas de Kim Novak, con esos ojos de gata y su pelo rubio super cardado.
Recuerdo que mi madre también usaba esos sujetadores, con las copas en forma de picos, eran muy sensuales.
No se debe ir contra natura, que luego pasa... lo que pasa.
Besos hechizados
Los remedios para el mal de amores deben ser el 80% del trabajo de las brujas/os segun parece. ¿Quien se fia de un brujo?.
Un beso
Que bueno el relato. Siempre queda la duda de dónde va aquello que los magos hacen desaparecer ¿Será a un mundo del que solo vuelven cuando otro mago les hace aparecer?
Un mundo lleno de conejos blancos y palomas también blancas, pero blancas tiza.
Y la viñeta de Superman me ha hecho reir mucho.
Abrazos, amigos.
Uis, uis, cuidadito con lo que jugamos, que lo de la magia ya se sabe a veces se nos vuelve contra nosotros, jajaja, recuerdos al limbo donde habéis enviado a vuestra protagonista, jajajaj, que divertido relato, miles de besossssss
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