Este jueves 21, relato. "Mis jueves"

Metrópolis, 12 de Junio de 2012
Editorial. 
Por Lois y Clark


Corren malos tiempos para la lírica... tiempos de poner a prueba instituciones e individuos. Tiempos de dramas, abandonos y enfrentamientos. Tan solo, en el horizonte virtual se dibuja perfilado, compacto, solidario y tolerante un colectivo hecho a prueba de Tsunamis retóricos y codazos de medio pelo. Capaz de esperar, acoger, ensanchar y crecer desde el respeto, la libertad y el cariño.
Este grupo, el de "Blogueros Jueveros" sale fortalecido de cada acometida, y esta reanudación de sus actividades es una muestra de una mayoría de edad, que a todos nos estimula.
Contemos pues, cómo es el Grupo. Cómo nos sentimos en él. Cómo encontramos de inmediato una silla para descansar y un lápiz para compartir, Inventemos historias alrededor de sus personajes. Contemos cuentos loando el trabajo que semana tras semana nos aúna en un propósito común.


Para este próximo jueves 21 de Junio, quitémosle el capuchón a la Parker y desnudemos nuestra alma Juevera, regalándonos un relato honesto, solidario, serio o cómico, largo o corto, ácido o pastelero, pero... "Hablemos de nosotros" 

Enlace recomendado:
El Tío Vivo de Juan Carlos, "Carrusel" de exquisita referencia en homenaje a los "Jueveros"

Un Epílogo, que pudo ser Prólogo:

Por Lois.

Podemos ser dos, tres o treinta. Podemos ser excelentes o apenas buenos.  

Podemos. Eso es lo importante. Porque queremos estar, compartir y participar. 

Jugamos a escribir y por eso resulta una alegría el encuentro. 

No me preocupa cual fue el mejor, pero sí haber podido ir a tu encuentro. 

No importa si lo hice bien, pero sí que una sílaba haya llegado hasta tu corazón, o al menos haya rozado tu piel y si es posible la haya erizado levemente...

Aun resuenan las palabras de Tésalo, cuando finalizados los Sábados Literarios de Mercedes, confesó que se quedaba solo de esa compañía y nos invitaba a acompañarlo los jueves para mitigar una pena que todos, almas flotando entre dudas y certezas, llevamos impregnada en nuestra esencia humana. Es de valientes confesar una debilidad…

En  Uruguay, es tradición desde hace mucho tiempo, un festejo carnavalero: LAS LLAMADAS. Comenzó siendo un festejo de la raza negra: unos a otros se iban llamando de puerta en puerta con el sonar de los tambores.

Hoy es una manifestación popular que se ha hecho carne en muchisimos pobladores de esta tierra. 

El llamado juevero me lo recuerda: uno a uno se va llamando y sumando hasta terminar en un sonar estrepitoso y rítmico de letras. Distintos instrumentos y distintos estilos se van haciendo un solo canto, siempre abierto a quien se quiera sumar.

Podemos ser dos, tres o treinta, Lo importante es que podemos y queremos seguir siendo jueveros, ay juna! y olé!.

El kriptoni-divague:
Por Clark.

En el tenis, existe una jugada en la que el jugador tiene todas las ventajas soñadas por un deportista: El Saque. En él, el que saca se toma un tiempo de concentración, decide si lanza a la derecha, a la izquierda o al centro. Si más fuerte y directo o mas despacio y con efecto. Nadie le apremia, la decisión es sólo suya. Circunstancias favorables estas, que si se dominan pueden favorecer el resultado del Match.

El resto de las jugadas siendo importantes las tienes que resolver desde la inmediatez, la precipitación, el desequilibrio, la distancia excesiva, la sorpresa o la desventaja en la ocupación de la pista.

Algo parecido sucede con los comportamientos personales. Siempre hay un momento en el que somos dueños de nuestras decisiones, tenemos (se supone) el tiempo, la posición, la prioridad, la inteligencia y lo más importante, a los demás, esperando desconocedores de cuales serán los detalles de nuestra elección.

El Blog, no es una excepción. Un día decidimos crear uno, el nuestro. Por fin, después de haber seguido con detalle y algo de envidia los excelentes trabajos de otras personas. Pensamos un título, una descripción, el tipo de letra y el fondo, y al final de alguna que otra prueba guardamos el diseño y publicamos nuestro primer Post.

A partir de ese momento, todo es una sucesión de acontecimientos en los que este libro de bitácora, que ya es un poco de todos, toma forma de pelota volando por la tierra roja. El trabajo de campo se hace público e inexorablemente nos vemos envueltos en una dinámica de comunicación, producción, selección y análisis que nos hacen movernos como flechas en busca de esa pelota cruzada a la línea que la sociedad bloguera te lanza después de cualquier resto tuyo y que iluso de ti, pensabas que sería definitivo.

Como en el tenis, el resultado inquieta, el tiempo erosiona, el calor agota, la fe te abandona y el cansancio te hace dudar. Pero como en el tenis, el desenlace de un solo punto puede cambiar la trayectoria y el resultado final. Se recuperan las fuerzas, la debilidad se convierte en insolencia y el vértigo en precisión.

Este es el momento en el que los que están a punto de abandonar, deben parar el tiempo, mirar a la grada, tomar aire y valorar la situación. La decisión es bien sencilla... todos queremos ganar. Y ahora, esa posibilidad esta delineada en nuestra mente. 

El colectivo de “blogueros-jueveros” está un poco convulso por que el desánimo, las dudas, el cansancio a afectado a algunos de sus componentes; que en un entendible y respetado trance, han jugado mal ese saque, precipitados, descentrados, deslumbrados por el sol o heridos por algún contratiempo. Pero como en el tenis, pueden, deben reaccionar y ganar o perder en el noble intento de competir.

Los “Jueves...” son un encuentro, con inquietudes por escribir, la participación es totalmente libre, tan solo unas indicaciones para unificar criterios.

Esta claro, que el Blog, no lo es todo en esta vida, ni siquiera una parte pequeña... “Hay vida después del Blog”

Por eso, la esencia de estas convocatorias no es sólo, la de mostrar un estilo literario definido, ni tampoco una carrera hacia ningún premio, es un viaje compartido en el que sobre una propuesta común, todos y cada uno de nosotros la escenifica según su imaginación o vivencias, de ahí que a veces, tengan un mucho de ficción y otras una gran carga de realidad.