Metrópolis,
13 de Junio de 2013
Editorial
Si
alguno de nuestros lectores tuviera la pretensión de llegar a ser también
reportero, le gustaría saber cuáles fueron nuestras notas, pero eso es un
secreto. Alguno nos dirá que es una tumba, otros que de aquí, esto… no sale, y
demás excusas por el estilo; promesas que luego se las lleva el viento y los
secretos se vuelven padrenuestros en boca de todos.
Pero a
modo de confidencia, que no secreto, os confesaremos suspensos repetidos en
Literatura, Gramática, Ortografía, Idiomas y demás disciplinas filológicas.
Sin
embargo, visitamos museos, trasnochamos, hicimos zapping, fuimos al cine,
ejercitamos sin descanso el olfato, el gusto, incluso el tacto, cerramos los
ojos y con la mente abierta aprendimos de la nada.
Relato.
Siempre lo supe. Nunca fue un secreto para mí.
Siempre estuvo ahí, como un fantasma, como un duende, como...
-Los secretos son para llevárselos a la tumba. Nunca
se pueden contar. Cuando son de dos, son de todo el mundo- Así me lo enseñó mi
madre que de secretos sabía...
Siempre estuvo entre los dos, entre los cien, entre
los miles de ojos que me miraban vivir.
Siempre estuvo, hasta que yo lo maté y se terminó,
porque esa amenaza, esa daga insidiosa y malévola, me acuchillaba el alma, sin
dejarme vivir.
Vivir... como si vivir fuera nada más que respirar,
que comer, que trabajar.
Vivir... como si vivir fuera estar viva, riendo y
hablando, sin más.
Siempre estuvo en mí que la mentira se hiciera verdad
y al final no fuera cierto, solo una pesadilla del destino que nos unió esa
noche, y que se fue lejos, tan lejos como la juventud cuando pisas los
cuarenta.
Siempre tuvo sus ojos, su cara, su boca. Su forma de
sonreír, su forma de pasarse la mano, para secarse los labios antes de hablar.
Veinte años han pasado en mi lento andar. Prudente,
discreto, callado. Veinte años y hoy me lo dice a boca de jarro para dejarme en
medio de la calle, desnuda como en los sueños, que solemos tener.
-Ya sé quien es mi padre, mamá. Ayer lo vi. Estuve con
él.
Más secretos inconfesables en la chismorrería de San
Más secretos inconfesables en la chismorrería de San
16 comentarios:
Anda, yo pensaba que los reporteros no tenían secretos, por eso del periodismo, y el interés cotilla por descubrirlos, y mira tú por dónde, nos acabamos de enterar de algunas noticias de la prensa del corazón. Lo que es la vida, jejeje.
Un beso para cada uno.
Qué buen relato. Me ha encantado. El final es brutal jaaj
La introducción es magnífica, cumple su cometido de llevarte al relato con más ganas y el relato me ha encantado, su descripción y su sorprendente final.
Así en un instante se desvanecen los secretos, sucede, la vida tiene estas jugadas, sin embargo ahora serán padre e hija los que tendrán sus secretos compartidos.
Ese Clark, la verdad, desmerece el modelo, tanto secreto para esto, qué remedio, me callo no cuento secreto.
Besitos a repartir.
Y el padre era el que era o era otro?
Los REporteros tienen alma de porteros (y no de fútbol)de otro modo no tendrían la motivación suficiente para cumplir su vocación...
Muy buenas siempre las introducciones. El relato no se queda atrás, pone al descubierto la historia, la verdadera, la que se ha ocultado con tanto cuidado, sin saber que la verdad ya era sabida. Es que hay cosas que no siempre son fáciles de ocultar.
Un beso!
Gaby*
Parece que los periodistas conocen para comunicar. No nos imaginamos que tengan secretos. Un abrazo.
Los reporteros tienen que contrastar muy bien las noticias y no confiar en las fuentes. Padre no hay mas que uno.
Un beso doble
Los periodistas también tenemos secretos. Por cierto, no os lo vais a creer, pero yo habia pensado escribir algo parecido, aunque al final cambié de opinión. Me ha gustado. Besos.
Muchos y buenos los secretos que guardas estos reporteros, que como buenos profesionales no desvelaran jamás.
Bella historia de encuentros y desencuentros.
Besos pareja.
Y si a boca de jarro es siempre cuando se cuenta un secreto que a veces es tan permeable.
Yo, calladita. Nada de, ya me olvide.
abrazos :)
Muy buena introducción como siempre, ya nos tienen mal acostumbrados con estas genialidades.
El relato va llevando al lector al final sin saber con lo que se va a encontrar, y cuando llega, desarma. Verdades ocultas, mentiras sabidas, siempre todo sale a la luz.
Un abrazo.
Miles de secretos guardados en aquel silencio que... a voces de murmullos se sabe.. no?
Muy bueno el relato, estaba intrigada hasta el final.
Qué sería del periodismo si todos los secretos guardados fueran encerrados bajo llave y nada se filtrara! jejeje...si nos ponemos a analizarlo, a todos nos interesa saber qué pasó y apelamos a la agudeza del buen periodismo para enterarnos! jejejeje...se diría que secretos y periodismo fueran cosas incompatibles! jajaja
Muy bueno, como siempre,
Abrazos por partida doble
=)
Cuando un reportero escribe sobre una primicia, ya nos esta revelando un secreto que desconocíamos.
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