Estos son algunos de los relatos, que con el tema: "La Belleza" se leyeron en el pasado encuentro Juevero de Jaén Y otros de aportación posterior.
Juan Carlos:
Juan Carlos:
Belleza: ¿Qué es?
Convoqué a mis sabios porque mis amigos jaeneros pedían
un relato sobre la belleza. Porque sé lo que es, pero no como definirla.
Parecía una labor difícil, Wilde afirmó que La belleza es muy superior al genio. No
necesita explicación.
Maurois dijo Lo
bello es aquello que es inteligible sin reflexión y Amiel distinguió Lo bello es superior a lo sublime, porque es
permanente y no sacia, mientras que lo sublime es relativo, pasajero y violento
y él mismo afirmó: Mira dos veces para ver
lo justo. No mires más que una vez para ver lo bello. Bien, la belleza es indefinible
y la percibimos instintivamente. Fontenelle lo confirmó sentenciando: Lo bueno necesita aportar pruebas; lo bello,
no.
Me impactó escuchar a Platón decir La belleza es el esplendor de la verdad, y tras él a Rousseau afirmar
Siempre he creído que lo bueno no era
sino lo bello puesto en acción. Claro, la belleza tiene como componentes
necesarios la verdad y la bondad: lo bello debe ser bueno, cierto.
Confucio opinó que Cada
cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla. Muy cierto, la belleza es
subjetiva.
Pregunté, ¿qué contiene la belleza? Y Ninon de Lenclos respondió
sin dudar que La belleza sin gracia es un
anzuelo sin cebo. En esa línea, Boccaccio
comentó que En una bandada de blancas
palomas, un cuervo negro añade más belleza incluso que el candor de un cisne
y Gómez de la Serna
apuntó que El lunar es el punto final del
poema de la belleza. Así que lo bello no es lo perfecto.
Fue Reade quien puso la guinda en esa tarta al decir La belleza es poder; una sonrisa es su
espada. Bárbaro, es verdad una sonrisa puede ser el elemento que convierte en
bello algo que sin ella sería simplemente bonito. Entonces –pregunté- la
belleza ¿confiere poder? Respondiendo Musset: Más obliga y más puede un rostro bello que un hombre armado. Claro,
digo entusiasmado.
Quitad de los
corazones el amor por lo bello, y habréis quitado todo el encanto a la vida. Clamó
Rousseau, encontrando relación entre belleza e ilusión. Y Borges señaló: Al cabo de los años he observado que la
belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un
instante, en el paraíso. Claro, hay mucha belleza en nuestro mundo y
recordando lo dicho por Confucio, solo hace falta saber reconocerla.
Entonces Gorki dijo: Siempre
suspiramos por visiones de belleza, siempre soñamos mundos desconocidos y
Sabato: Lo admirable es que el hombre siga
luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro y hostil.
Así que me dispongo a viajar a Jaén para encontrar la
belleza de las sonrisas puras, en el brillo en los ojos, en el afecto de mis
amigos, a quienes pediré que sigan luchando y creando belleza.
Encarni:
Encarni:
Viajo a mi infancia para encontrarme con el primer recuerdo que tengo
de la belleza o quizá lo que más se acerca. Y
me veo caminando con mi tía
hacia una fuente, pero antes de llegar nos cruzamos con un vertedero en
el cual había despojos de todo tipo, restos orgánicos y piezas rotas de lo que un día fueron
juguetes. Observé con tristeza aquel paisaje y me adentré para mirar con detalle
lo que la gente tiraba; esos objetos que un día fueron útiles o esos otros
de dudoso gusto que pasaron de moda, o aquellos otros aprovechables con
un pequeño arreglo. Y pensé que el desamor podía parecerse a eso. Antes de marcharme en un
margen del vertedero finalizaba un relieve cubierto de hierba y en su interior asomaba una pequeña flor con cuatro pétalos violetas. Y me
pareció un gesto de la naturaleza hermoso
y bello.
Fabián Madrid.
Belleza
(mi relación con ella)
Te
miro entre alegre y escondido,
nuevamente
te descubro,
aun
tengo que aprenderte...
A
veces sacudes tu melena rubia,
sin
mirar a ninguna parte,
y
después me cuidas callada...
Cuando
te acercas y respiro tu aroma,
te
llamo, te sigo, te muerdo,
me
desalmas, me comes, me devuelves...
Después,
con la boca entreabierta,
ya
sin prisas, sin ansias,
completa,
cumplida, contenta...
Otra
vez puedo mirarte.
San:
Agobiada,
angustiada. No se me ocurría nada, pero nada, nada. Cuando José Miguel sentenció,
tema: LA BELLEZA. Pensé ¡qué bonito, que fácil! Y como era tan fácil hablar de
ella, pues me entretuve en observar la naturaleza, los animalitos, los niños,
las niñas, las mujeres, los hombres, el amor… de todo esto seguro que algo
saldría, porque ¡cuánta belleza! se descubre en ello, bueno en ello y en la
pintura, en la arquitectura, en fin en todos los monumentos de piedra y… de otro
tipo. Pero no, muy a mi pesar, seguía sin nacerme un relato, ni un triste poema
llegaba a mí mano.
Hoy
preparándome para venir y con la cabeza gacha, por tener que reconocer mi falta
de inspiración. Me dije: A ver, ahora, en este preciso instante, piensa, siente
LA BELLEZA. Fue entonces, cuando me di cuenta, de que algo hermoso es, que un
grupo de personas tan distintas y de puntos tan distantes, dejen sus casas y
recorran kilómetros para vivir por unos pocos días, momentos de encuentros y
abrazos. Realmente es bello entregarse y compartir así.
Bello
ahora y aquí, es ver vuestros ojos fijos en mí mientras os leo, bello es
contemplar en vuestros rostros esa sonrisilla que va dibujándose poco a poco y
que si la enfrento se refleja en mi propio rostro, y se convierte en una gran
sonrisa. Bello es sentir la emoción de estar aquí ahora y con todos vosotros y
vosotras.
Leonor:
Leonor:
Me siento Bella.
Me siento
bella cuando al mirarme en tus ojos veo que tu pupila se dilata para dejarme
entrar en tu alma.
Cuando
adivinas mis deseos sin que mis labios
digan nada.
Cuando
podemos pasar juntos horas sin necesidad de palabras.
Cuando puedo
desnudar mi cuerpo imperfecto sin temer una mirada escrutadora.
Cuando me duermo tranquila sabiendo que estarás ahí cuando
despierte.
Me siento
bella porque no necesito parecer nada
más de lo que soy.
Porque sé que
soñamos los mismos sueños.
Porque me das tu amor sin pedirme nada a cambio.
Porque
caminamos el mismo camino.
Porque nuestros latidos van acompasados.
Me siento
bella al pensar que nuestras miradas convergen en el mismo atardecer.
Al pensar que estamos juntos aunque no pueda estar a tu
lado.
Al pensar que
tu recuerdo me mantiene viva cuando nos encontramos distantes.
Al pensar que
la misma luna acompaña nuestras noches desveladas.
Al pensar que
como yo piensas que la belleza no se
puede decir con palabras.
Gabi:
Gabi:
|
Bella, la tarde despeinándose en el horizonte. Cabellera ondulada en vaivenes de espuma.
Bella, la
muñeca meciéndose entre los brazos de una niña que sueña, a ser madre y cuna,
de historias que auguran auroras nuevas.
Bella
la mano, la mirada, la risa.
Bellas
todas aquellas actitudes que nos engrandecen
y
nos hacen solidarios, leales, comprensivos.
Bella
la tierra toda,fauna y flora rica en detalles que a veces se nos escapan de los
ojos, pero nos cautivan el alma de manera silenciosa.
La
belleza está allí, en la obra del que sueña, en el sueño del que ama, en el
amor que se entrega desinteresado y puro.
La
belleza está allí, en cada tramo de vida que se comparte, en la mirada que la
absorbe, la toma y la guarda como un tesoro invaluable.
La
belleza está a merced de todo aquel que esté dispuesto a captarla.
Mónica:
Mónica:
"Después
de buscar en vano por años y años, un concepto en el que se sintetice la
esencia de la belleza, el sabio llegó al fin a la conclusión que, la belleza
más profunda no radica en la apariencia de lo que consideramos bello, sino en
la capacidad que tienen los ojos de nuestro corazón para advertirlo."
Natali:
Natali:
Miraba
sus manos encallecidas y en cada surco se le representaba el volumen que forjó
cada herida, la herida...de la belleza.
Le esperaba donde la
Stoa poikilè, era el típico comprador incapaz de apreciar cualquier destello de
armonía ni rodeado de ella, bajo aquellos pórticos, ante las pinturas. El
escultor sintió que entregaba su esfuerzo a los ojos de un cerdo. Dirigió la vista arriba, fue como si estuviera allí, lo había vivido muchas veces; la luz daba de lleno en el templo de la Virgen Atenea, los relieves y cada pliegue, jinetes, doncellas, toros y caballos cobraban vida. Justo ahora, la belleza se incendiaba, por ella, persiguiéndola y amándola, incluso moriría.
¿Alucinaba? Pudiera ser que los dioses así lo quisieran.
__ ¿Terminaste el efebo?__ la voz del cliente le regresó del ensueño.
__Es perfecto de pies a cabeza, hasta el ombligo...
__Es el puto ombligo de un chico, no me hagas reír.
__! Basta! conozco tu labia, artesano sucio y mentiroso.
Los que pasaban se quedaron mirándoles, llamaban la atención en plena Ágora cuando uno, de pie, el gesto afectado, hablaba sobre...
El comprador impulsó un tetradracma con el índice y el pulgar, en el cielo voló tres segundos la lechuza de Atena, dentro del círculo de plata.
__ ¿Cuántas como esta me pides por el ombligo de un muchacho?
__No tiene precio, pero como tú sólo entiendes de monedas, ponme cien iguales en la palma de la mano y te aseguro que no pagarás ni de lejos, una mínima parte de esa belleza.
__Vaya si tenéis precio fijo, los creadores de belleza.
__Nos gusta comer a cualquier precio, lo mismo que a los panaderos.
__ Sea, tráelo mañana al gimnasio y colócalo en la palestra.
Se separaron mirándose de reojo, el cliente pensando que le estafaban, el escultor decepcionado.
Al atardecer, rumbo al Pireo iba chutando piedras, absorto.
__ ¿Me acompañas a tomar vino? Acabo de cobrar, te invito__ El artesano miró al muchacho que caminaba a su lado y dijo:
__ Tú y yo somos forjadores de belleza, algo voluble, relativo, viento entre los dedos, ¡dolor! y lo digo con todas las letras que son tu tema. Joven, piénsalo ¿estás dispuesto a sufrir lo indecible por escribir buscando, tanteando, inventando...la belleza?
__ Escultor, he visto el efebo en tu taller y me ha inspirado un poema. Lo llamarán banalizad, tontería, pero adivino que cuando sea, alguien dirá que mereció la pena, tu obra y mi poema. De lo contrario, poco importa__ se encogió de hombros.
Sonrieron cómplices, entrando en una taberna del puerto muy concurrida, de las mejores. Se abrieron paso hasta un mesa situada en un rincón, bajo la tenue y dorada luz de una lamparilla se miraron a los ojos.
__ Descríbeme el poema.
__ Trata del enamoramiento hasta la locura, que le despierta a un escultor la figura que ha cincelado, Galatea. Desesperado el hombre acude a los pies de Afrodita, rogando a la diosa que le otorgue una esposa como Galatea. Se marcha del templo triste y abatido, cuando entra en su taller, consumido por la pasión besa la figura y el mármol cobra vida fundiéndose, ambos, en un abrazo eterno. Fue
voluntad de la diosa de Chipre y se amaron.
__ Ese soy yo, Pigmalión, conozco la leyenda. Me ocurrirá lo mismo, enloqueceré de pasión buscando la belleza__ chocaron las copas y sin poder evitarlo, distraídamente, miraban si estaban bien moldeadas, si el dibujo de la cenefa y el del interior, reflejaban unas figuras bellas a través del vino color sangre.
Escultura, escuela Polícleto, s. IV a. C.
Pintura: Pigmalión y Galatea- Jean León Gèrome, 1890
"La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad"
Simone Beaovour
"La belleza, como el dolor, hace sufrir"
Thomas Mann.
Sindel:
Metamorfosis.
Le estaban quitando la última venda y no podía dejar de removerse en la silla.
Hacía tiempo que se había decidido a realizarse la cirugía. Su vida tenía que cambiar, estaba tan vacía que no le había importado someterse a semejante dolor, ni pagar tanto dinero.
Ahora la gente la tendría que valorar desde otra mirada. Estaba harta de su rostro, de no ser escuchada, de que nadie le diera la oportunidad de demostrar lo que había en su interior catalogándola a primera vista por su aspecto.
El cirujano le indicó que ya estaba lista para darle el alta, su rostro había quedado tal cómo ella se lo había pedido. Inmediatamente le acercó el espejo. En él se reflejaba la mujer más fea que había visto en su vida. Una sonrisa enorme se le dibujó en su nueva boca despareja y fina.
Por fin había dejado de ser hermosa, y los hombres la tendrían que amar por lo que realmente era. A partir de ahora iba a demostrar que había nacido con algo más que una cara bonita.
Lucía:
La belleza para mí tiene tres caminos, la belleza natural, la artística, y la interior del ser humano. Cuando miro un paisaje, el vuelo de un ave, o la inmensidad del mar... la belleza entra por mis ojos rotunda al mostrarse, invade mis sentidos, llenando mi alma de una agradable calma que me hace sonreír, y sentirme feliz en esos momentos. Un hermoso cuadro, una magnífica escultura, un bello edificio, una música evocadora, una obra de teatro, un buen libro, o un poema escrito con sentimiento, me enriquecen y hacen que mis ojos se abran asombrados y curiosos ente esas obras de otros seres humanos, llenándome de ganas de seguir aprendiendo. Pero la belleza moral, la bondad de las personas, la verdad, la armonía, y la coherencia entre las acciones y meta que se persigue, creo que es la belleza en su estado más puro. Es la que llevamos dentro, la que nos genera amor, y nos prepara para recibirlo de los demás. Nos hace alegres, y nos contagia de la alegría , cuando comparto un abrazo, un beso, una caricia, una sonrisa, unas lágrimas de alegría o tristeza, o una mkirada cómplice con otra persona... Siento que vivir es la cosa más bella que me puede haber pasado.
Rosa:
Guapa.
Deja la cesta de la compra en la mesa de la cocina y
se sienta a fumar un cigarro. Se está bien en ese territorio de nadie.
Saca las acelgas, las alcachofas, los puerros… ¡qué
tortura de régimen!
Una botella de vino barato camufla su bastardía tras
una vitola de letras doradas. Un adorno en la estantería, un reclamo de clase
para los incautos.
Como ella, justo como ella.
Todo es una pantomima, una función mediocre de circo
donde los payasos ensayan alegrías bajo el disfraz del hambre.
¡Gorda!
Abre una cerveza tapando intencionadamente el número
de calorías. No pasa nada, por una vez…
Guarda los tomates en el cajón de las verduras, saluda
a la lechuga, aliada triste de sus días de dieta, cuenta esos yogures poblados
de bífidos, de omegas, de oleicos, de fruta sin fruta, de leche sin leche. Le
quedan dos. Serán el broche de oro de un
triste almuerzo y de una no menos patética cena.
En la pizarra de anotar olvidos no hay nada escrito.
Mecánicamente limpia las sartenes, y mientras tanto
repasa el texto, mide el ritmo, acentúa las pausas, cuida la entonación, ensaya
una sonrisa, y hasta cierra los ojos para escuchar los aplausos.
Tiene las manos de pena, de tanto fregar. La piel de
los cincuenta no admite piropos por adorno.
Canta, a veces canta para apagar los silbidos de la
olla exprés. Un ruido mata a otro ruido -dice-, hasta que los vecinos clausuran
el concierto en favor de la siesta.
Hoy compró pinturas en la tienda de todo a cien. El
carmín a juego con la laca de uñas, y una cajita de sombras lo más parecido al
verde gatuno de sus ojos.
La cosmética económica hace estragos en la piel
estresada, se atiranta o se cuartea, según el día, dándole a las arrugas el
protagonismo indiscutible.
Desde el reloj sin tiempo de la pared, se le hace
tarde. Por una vez colgará a la eficiente ama de casa en la misma percha que el
delantal. Se va de picos pardos.
La comida no estará lista a su hora. A ver que tal le
sienta a la “tropa” comerse un triste bocadillo. Lo difícil será no sentirse
culpable de tal abandono.
¿Sobrevivirán?
El espejo del baño está rodeado de luces como el
camerino de una artista. Como ella, justo como ella.
Se trasforma desde la primera gota de agua, se
resbalan por su piel los problemas cotidianos, se enredan en sus pies, atascan
el desagüe…
Con el dedo ha escrito en el cristal empañado “guapa”
y mientras se restaura por fuera, ese adjetivo la embellece por dentro.
Se ve la vida de otra manera subida en los tacones. La
falda nueva (no hay porque airear que es del mercadillo, total, solo la separa
una letra del glamour, en la etiqueta dice Versache en vez de Versace) se
ajusta con meticulosa perfección a sus michelines. Guapa, ella se ve guapa.
No hay carroza que la espere en la puerta a pesar de que en su cocina se amontonan las
calabazas. No importa, también vale el autobús de línea para esta princesa
destronada.
Ensaya un contoneo cuando ve su figura reflejada en los
escaparates. Se ríe hasta de su sombra.
Dos calles más abajo la llaman
señora, le hacen una reverencia cuando cruza la puerta, le ayudan a quitarse el
abrigo y le acompañan directamente a un escenario.
Se abrió el telón exactamente mientras dejaba la cesta
de la compra en la mesa de la cocina.
Allí comenzó a pensarse importante, a sentirse
importante, a ser importante escondida en el anonimato, como una triste acelga.
Que cosa más absurda e insignificante eso de ser
poeta, –dicen en su casa-
Los aplausos la elevaron más allá de sus zapatos,
justo al borde de unos versos de desamor sin destinatario.
Se apagan las luces, se cierran las puertas, guarda en
el bolso los sueños, desanda el camino.
Se quita los zapatos a la entrada de su casa para no
hacer ruido y escribe en la pizarra de anotar olvidos: “GUAPA”
Casss:
Era absolutamente bello, perfecto.
Una se podía perder en aquella maravilla, hasta que habló y sus pensamientos se desparramaron en mis oídos. La hermosura se difuminó por efecto de la niebla.
Frente a mí se desplegaba un hueco tan redondo como un círculo, de una profundidad cilíndrica y una negrura tan espesa como la nada.
Quedó el continente inmenso como la América, sin contenido, ni sentido.
La belleza no fue mas que un conjunto de líneas bien trazadas, donde después de perderse la mirada, el espíritu no encontraba mas que el regocijo del espectáculo estético de una preciosidad transparente y volátil...
Tenía veinte años y unas tonterías más rebotando en mi cabeza.
Después supe de la belleza del amor hondo y profundo, lejos de la superficialidad de unas proporciones exactas.
Del parir con dolor el milagro de la vida y sentir que todo era bello y perfecto.
De la belleza de amar como hija, como amiga, como trabajadora, los distintos ideales y las realidades posibles.
Cambié, crecí, me equivoqué, perdí y gané.
y sigo el camino, corrigiendo lo perfectible y trazando mis propias líneas que me acercan a una sublime belleza, que está detrás del Arco Iris, de los infiernos y del cielo.
Alfredo:
Belleza adulta
Cuando la
pasión regresa es fácil reconocerla.
Es algo más
que un sentimiento al que ponerle cara. Algo más que una afirmación que
reubicar o que un premio que toca a destiempo.
Es la razón
que en el orden establecido nos obliga a navegar en la tempestad cuando la gris
y densa calma es la dueña de nuestro sin vivir.
Esa pasión,
que se parece en forma y color a aquella que creció por primera vez, y que
sembró de exaltaciones nuestra juventud. Hoy, irrumpe ferozmente, con prisa… la
misma de entonces, y se acomoda a empujones, rompiendo las resistencias
formales de la que sin duda es la última etapa de nuestra vida.
Esta belleza madura,
saturada en su día por diversas razones, declara abiertamente la guerra y
despierta, porque una vez se durmió, y resucita, porque una vez murió. Y como un
estremecimiento, siembra vértigos e ilusiones. Ya no miramos hacia atrás, hemos
encontrado la pasión perdida y nos sentimos los reyes del mundo.
De nuevo esa
virginidad aparentemente rota, esos excesos del alma que estallan ante tanta
belleza… la del amor alojado en un viejo cascarón, víctima esta vez de la
sorpresa y el destino. Aprendiz de nuevo de locuras y enfrentado a unas
prioridades que sobrepasan las de la razón y que no son otras que las del corazón.
6 comentarios:
Bellos, bellisimos todos. Algunos escuchados en su día y que lograron erizar el bello y llenar hasta rebosar los ojos de agua salada. Otros enviados para que la belleza aumentara. Todos bellos, bellísimos.
Un abrazo lleno de agradecimiento.
Ha sido un verdadero placer -una belleza- haber podido compartir sus textos a la par que iba sintiéndolos más cerca a través de sus retratos. Si bien no pude estar allí, en Jaén, cuando se reunieron y leyeron en persona sus propios textos, sí me he sentido igualmente próximos al compartirlos desde este Daily que nos une y comunica.
Gracias chicos -ambos dos! ejjee-por el tiempo y la dedicación que les habrá implicado armar este post.
Un fuerte abrazo para cada uno!
=)
ha quedado estupendo, algunos ya los escuché otros he disfrutado con su lectura. Felicidades a todos. Un beso bello o un bello beso
La belleza escrita con tanta sensibilidad por todos vosotros, hace de esta bella entrada... un lujo para mis sentidos.
Gracias, bellos reporteros, 1º por darnos la oportunidad a los que no pudimos estar en Jaén, de disfrutar los aportes de los que si lo hicieron, 2º por sumar a estos, los aportes de los que no estuvimos.
Buen trabajo amigos.
Besos agradecidos y llenos de cariño a tod@s. ¡ Sois la pera! jajja.
Primero quiero agradecer que me hayan incluído en esto, es un honor para mí estar entre escritores de tan alta talla.
Lei todos detenidamente y todos son maravillosos. De una forma u otra creo que todos coincidimos en que la belleza es algo más de lo que se dice normalmente, que es algo que se puede encontrar en distintas cosas y de diferentes maneras.
Quiero felicitar a todos por estas letras que enseñan, que nutren y que vale la pena leer más de una vez.
Un abrazo enorme a todos y en especial a Clark y Louise por haberlo hecho tan bien!!!
La belleza eso tan fugitivo y múltiple queda reflejada en estos bellos relatos, me siento como si hubiera estado pero con la voz amable de Pepe. Merecería otra publicación, ¿cómo lo veis infatigables reporteros? Gratitud siento por vuestra incansable dedicación.
Y es que este grupo juevero está que se sale, la próxima no fallo, os añoré mucho (y mi consorte)
Besitos contentos a cada belleza por su calidad humana y por las sonrisas amigas, por ser como sois y por escribir tan bellamente.
Publicar un comentario