15.3.12

Este jueves, relato. El Cine


Metrópolis, 15 de Marzo de 2011
Editorial.

Para algunos, al parecer, no hay diversión sin trasgresión. Ese otro cine al que indefensos nos enfrentamos cada día, padeciendo sin remisión la travesura consciente de los que aburridos como “ostras” inventan la forma de filmar en Color por Technicolor la vida y milagros de los demás.
Nadie se atreve a mirar para otro lado, permitiendo la libertad del indefenso. Objetivo siempre de ensayos, prospecciones, vigilancias, controles y exploración por parte de unas minorías, obstinadas por agredir a aquellos que consciente o inconscientemente muestran su desnudez física o mental.

La cultura, no experimenta cambios, los cultos están demasiado ocupados haciendo travelling, picando un plano o localizando exteriores, que más bien parecen interiores.
A cambio les salen espectaculares escenas de autor, pero todas se perecen entre sí,  películas de inspiración particular, coral o de masas con ligeras variaciones sobre el mismo tema... algo así como un Gran Hermano 1, ó 2, ó 3, ó 4, ó 5...



El Relato.

El dolor es insoportable. Me ahogo, siento que corre la sangre al costado de mi nariz. Me inunda la boca, y su sabor a hierro dulce, me revuelve aun más las tripas.
No me puedo mover y solo dispongo de un leve movimiento en mis ojos que ven como este bloque lacerante se apoya sobre mi, para abrazarme y no soltarme. Estos hierros retorcidos se incrustan en mi carne, haciéndome suyo y no me quieren soltar. Lo único que oigo, es un respirar furioso que retumba en lo que me parece aun es mi cabeza.

Quiero gritar y me ahogo. Quiero pedir auxilio y un vago recuerdo me rescata para hundirme en la desesperación: es noche rayando la madrugada, vuelvo a casa de un viaje de negocios. La carretera solitaria, se abría paso hasta que sentí la explosión, luego los giros y los golpes alternándose y por último el silencio y el dolor. Y aquí, sin saber si estoy vivo o esto es la muerte definitiva, veo como el ojo de la cámara de la autopista, me registra para salir en algún momento en las estadísticas.
En casa deben estar descansando y amanecerán esperando mi regreso con esa alegría con que siempre lo hacen.

¿Quién les contará lo que sucedió? ¿Quién llamará a mi puerta, para dar la noticia? Sigue la cámara espiando mi tragedia, mi vida pende de un hilo automático, que dará cuenta de mi existencia cuando ya sea tarde. Quiero que se cierre ese ojo intruso que viola el minuto fatal de mi último suspiro. La cámara sigue llevando cuenta de su registro. No obedece mi orden: ¡este mundo es una mierda!


Para muestra... ¡un botón! 


              

Todo el otro cine (el de verdad) en la sala de Mónica


17 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

No siempre es grato ser protagonistas o estrellas de cine...algunos dicen que sí, que les gusta estar expuestos, yo creo que para ser actor y aceptar esa cruda exposición hay que tener una cuota de exhibicionismo y desenfado bastante alto, mienten cuando dicen que son "tímidos" y se suben a un escenario o se paran delante de una cámara.Cuando la realidad se llega a mezclar con la ficción, la cosa se complica.


Abrazos a ambos.

Unknown dijo...

sobre todo me encantó esa frase al comienzo del relato. increible amigos! un saludo!

Natàlia Tàrraco dijo...

La cámara indiscreta, obscena, voyeur ojo que todo lo filma, hasta ese íntimo, último instante.
¿Estamos en sus manos? Eso no es cine.
Besitos cinéfilos.

José Vte. dijo...

Mi sueño, que lo he tenido, siempre hubiera sido ser director de cine, o cualquier otra cosa detras de la cámara. Nunca actor, no hubiera soportado tener una cámara encima y tantos ojos mirándome.

Un abrazo

Anónimo dijo...

sabéis, estuve a punto de hacer un relato basándome en esas pelis que lo que hacen es garbar la realidad dura y pura...no recuerdo cómo se llama ese tipo de pelis extramas...ni recuerdo el título de la peli que en español se rodó...no sé si...ah, mirad, se tarta de un cine perverso, se trata de secuestrar a una persona y dejarla morir poco a poco mientras se la filma...se tarta de cometer un crimen filmado y luego vender esa peli...pero, cuando me puse a escribir, me dije que no, que era demasiado duro...
bien, ahora me pregunto yo: ¿ y las cámaras que nos espían y nos filman, qué...8poner lo que queráis en los puntos suspènsivos)?
medio beso.

mariajesusparadela dijo...

Botón perfecto.

Any dijo...

Ya no hay donde esconderse, todo se filma y se sube a internet para que lo vean millones, desde una escena sangrienta hasta una porno. Cuando la exposición no es elegida por la persona (como el caso de Gran Hermano) me parece una violación a la intimidad, me parece horrible
Excelente reflexión para este jueves de cine
abrazos a los dos (que también nos han entretenido desde la pantalla grande)

San dijo...

Cuando vi esta película que acompaña a tan magnífico texto me impresionó mucho, es tremendo sentirse observada a cada paso, un control total de tu vida, una violación a tu intimidad. Estas cosas me dan miedo, no lo puedo remediar.
Exponerse por que te apetezca es una cosa otra es lo que aquí presentais.
Un abrazo.

CARMEN ANDÚJAR dijo...

No me gustaría estar en el lugar de ese pobre hombre, protagonista en los últimos minutos de su vida, sin quererlo; pero al día siguiente formará parte de esas trágicas estadísticas de tráfico.
Muy bien descrito

Manuel dijo...

Curioso que traigas esa pelicula a la palestra pues aunque pareciera que toda la cinta va en contra de ese estar tras el objetivo, al final la protagonista no puede resistirse a ello. Nadie quiere ser el objetivo pero estar detras siempre es tentador.
Un abrazo !!!!

Anónimo dijo...

El ojo omnipotente, el ojo del Gran Hermano, el que todo lo ve, al que nada se le escapa. Eso no es cine. Es control, es dominación, es muchas cosas (ninguna buena), pero no es cine. Es como si a los terroristas le dieramos tratamiento de héroes.
Un abrazo.

Cristina Piñar dijo...

Este relato me ha recordado a una vecina mia, que falleció hace un par de años en un accidente de tráfico. Al parecer, el equipo de un conocido programa de televisión pasaba por allí y grabó unas duras escenas que, lógicamente, no he sido capaz de ver... Yo soy periodista, pero considero que hay ciertos límites que no se deben traspasar. El relato me ha gustado mucho, por unos instantes me he metido en la piel de ese pobre hombre. Un beso.

Juan Carlos Celorio dijo...

Supongo que el voyeurismo es innato a la condición humana y que los medios han descubierto que es barato y vende bien, así que nos abruman desvelando intimidades, miserias, etc.
Ojalá pase esta moda.
Abrazo a ambos.

Maria Liberona dijo...

creo que todo en el cine se da... de la fantasía, dolor, tristeza y amor hasta el revisionismo, voyerismo y fetichismo pues esta todo en lo que cree y contiene el hombre

Matices dijo...

Un ejemplo las Snap movies son un indicativo social importante de lo que comentas, recuerdo Tesis en donde mostraban los sucesos sin límites. Luego están los ojos que todo lo ven y que hay quien le gusta ser consciente de esa observación bien por narcisismo o simplemente por fama. Pero para mi lo peor es el que frente la pantalla alimenta su vida del sufrimiento de los demás o de sus alegrías... Las cosas de la televisión funcionan porque alguien las demanda.
EL relato espeluznante en su visión última, increible a la vez que real... Bueno!!

Besos

Sindel Avefénix dijo...

Me impresionó el hecho de que la cámara filmara ese último momento y que el hombre lo supiera. Y no dudo en que después esa filmación se dispersara morbosamente en todos lados para que la vean.
Pero quién tiene la culpa? Los que nos invaden la intimidad inescrupulosamente o los que después consumen esas imagenes?
Un abrazo.

Mamaceci dijo...

Estan los indefensos, espiados y vulnerados en su intimidad y los inexpertos que se suben a la pantalla para exibirse, pero en esa exposisicón cruel con mas las condiciones de encierro, se les mezcla la realidad y la ficción y terminan vulnerados para diversión de una audiencia sedienta de morbo
Muy buena editorial chicos! les mando un beso grande


Este, es un trabajo realizado por dos reporteros de ficción, que con la mayor de las indisciplinas, pretenderán entreteneros con sus informaciones sobre la actividad en nuestro virtual espacio Blogosférico.

Yo sigo The Daily Planet's Bloggers

...y si sientes la necesidad de comunicar, protestar, comentar, corregir, informar, etc. esta es la dirección de la Redacción: clarkylois@gmail.com

Etiquetas